Lamentablemente la versión muy posterior y musical de esta obra (My Fair Lady) ha oscurecido esta versión de los años treinta, deliciosa desde cualquier punto de vista y con una actriz que hoy casi nadie recuerda Wendy Hiller, oscarizada creo que por Mesas separadas y con un papel maravilloso en obras como Un hombre para la eternidad. Comedia inglesa de alto nivel, actores ingleses y hecha en Inglaterra, un verdadero placer intelectual.
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