Bueno, de todo tiene que haber en la viña del Señor, pero personalmente prefiero a una belleza que le sobren diez kilos a otra que le falten tres. ¡Que hermosura la de la imagen!. Abundancia y salero hacen de estas bellezas la alegría del mundo, a pesar de lo poco valoradas que están hoy día. Algunos creeréis que lo digo en broma o ironizo, en absoluto. Me encantan las mujeres abundantes y con formas y gracia para llevarlas. Reivindico la gordurita sana como forma de belleza máxima.
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