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lunes, 2 de abril de 2012

Sugerente

Portada de Blanco y Negro de Narciso Méndez Bringa de 1928
No tenía título el recorte que guardo y, entre eso y que la acción no define nada en concreto, resulta de lo más sugestivo. Estamos en mitad de una historia: salen del cabaret, lugares en los que, según Jardiel "ni se pervierte ni se divierte nadie". Ella con aire inocente, él con cara de villano decimonónico rapaz. ¿Donde van? Tal vez a un casino a terminar la velada, tal vez a devolverla a casa de Papá y Mamá, tal vez a un fumadero de opio donde doblegar su resistencia, tal vez a una encerrona en la que, de pronto, ella gritará "Cielos, mi marido" y él pagará una buena pasta para que no le monten el escándalo, tal vez a una discreta garçoniere donde ella rendirá su honra, tal vez a una embajada extranjera para entregar el mensaje cifrado que les ha dado el camarero de la derecha. Todo queda abierto en una sutil paleta cromática que lo hace aún más ensoñado y escurridizo. 

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